En un primer momento lo único que vamos a necesitar es tiempo para conocer a nuestro hijo (a), entenderlo y aprender el ritmo de este nuevo vínculo marcado por los horarios y las nuevas sensaciones. Una vez que se establece este lazo, aparecen distintos desafíos, por ejemplo: la vuelta al trabajo.

Un momento de conciliación

Conciliar maternidad y trabajo es difícil pero no imposible. En Chile –generalmente- logramos una conciliación intermedia. Es decir, no podemos ir al trabajo con nuestras guaguas, pero podemos quedarnos con ellas algo de tiempo para luego buscar formas de cuidado más o menos seguras que nos permitan trabajar tranquilas.

¿Qué necesitamos para trabajar tranquilas?

Encontrar un lugar adecuado: muchas madres necesitan encontrar una sala cuna o jardín infantil cercana a su lugar de trabajo. Para esto es importante revisar todas las disponibles e ir clasificando según distintos ítems de importancia:

-Seguridad del lugar: todas las salas cunas y jardines infantiles tienen que cumplir con la normativa y tener verificación JUNJI.

-Implementación: al ir a conocer el jardín veremos mucho de su decoración, material didáctico y limpieza, ítem crucial para tomar una buena decisión.

-Personal capacitado: tener en cuenta el número de niños a cargo de cada adulto, la capacitación de las docentes y un ambiente que llene nuestras expectativas.

-Coherencia en la educación del jardín: debemos revisar cuan parecidas son las reglas, estrategias y formas de resolver los conflictos con el fin de saber si se parece a lo que tenemos dispuesto en casa.

-Necesidades específicas de cada niño: importante conocer el tipo de educación, pues cada niño necesita algo distinto.

Explicarles a nuestros hijos de qué se trata esta nueva etapa: Una vez que encontramos el lugar adecuado, vamos contarles a nuestros hijos en qué consiste esta nueva etapa. Hablamos de nuevos horarios, preocupaciones y nuevas experiencias. “Sé que me echarás de menos… es normal, pero nos volveremos a encontrar a tal hora”, por ejemplo, una forma más de comunicarnos con ellos.

Ser respetuosos en la adaptación de los niños al jardín o sala cuna: de esa manera ellos no tendrán miedo, irán más contentos y nosotras trabajaremos tranquilas.

Conectarnos con sus necesidades: compartir con ellos, escucharlos, jugar, contar cuentos. De esta manera ellos sentirán que, a pesar de estar separados muchas horas, al volver existe una conexión especial.

Estar atentas a cualquier cambio de conducta: si existe algún cambio significativo hay que indagar, pedir ayuda profesional para verificar qué puede estar insegurizando a nuestro hijo.

¿Qué pasa con nosotras?

Trabajar fuera de casa y ser madre es muy cansador. Finalmente respondemos a las necesidades laborales y a las de nuestro hijo (a) con el mismo apuro lo cual hace que al final del día estemos agotadas.

Para cuidarnos es importante:

Buscar una red de apoyo: los demás miembros de la familia pueden ayudarnos. Pedir ayuda no te hace mala madre, al contrario, aliviana y te hace estar en mejores condiciones para disfrutar.

Tiempo para nosotras: a pesar del poco tiempo es importante hacer cosas que nos gusten y nos llenen de energía. Cada una sabe lo que necesita: leer un libro, ir al gimnasio, a la peluquería o compartir un rico té con las amigas. A la vuelta de tu actividad favorita tendrás más disposición y energía para disfrutar a tus hijos.

Tiempo con la pareja: el tiempo en pareja es fundamental. ¡Organícense! Acá la pareja se convierte en compañero-padre y las relaciones también se van ajustando a lo largo del tiempo. Puedes disfrutar de pasear al bebé tanto como saliendo a bailar.

Duerme y descansa lo que más puedas: a veces será menos, otras veces será más. Pero inténtalo y oblígate a apagarte. Desconecta el móvil y no te lleves el trabajo a la casa. Descansa de verdad.

Acércate a otras madres que trabajan: en lo virtual, en lo real o como quieras. ¡Juntas somos más!.

Esta nota fue realizada en colaboración con Varinia Signorelli, psicóloga profesional UNAB

¿Sabías que la piel de tu bebé es de un 40 a un 60 por ciento más fina que la de un adulto? Solamente ese “gran dato” deja en evidencia los cuidados que debes tener para protegerla. Sobre todo en recién nacidos, la piel es químicamente menos ácida -debido al bajo contenido en ácidos grasos- lo que minimiza su resistencia a agentes infecciosos. Las glándulas sebáceas son escasas, por lo que su sistema de defensa es aún inmaduro siendo aún más alto el riesgo a sufrir enfermedades inflamatorias. Por ello, todos aquellos productos de higiene y cuidado básico como shampoo, cremas, geles, bloqueadores o aceites, deben tener un mix de componentes especiales para bebés.

De acuerdo con su edad, recuerda siempre que la alimentación es un ítem fundamental para la salud de la piel de tu bebé. Actúa con prudencia y observa cómo reacciona frente a la incorporación de nuevos alimentos que puedan producir algún tipo de alergia. Sea cual sea el caso mantén siempre informado a tu pediatra.

Checklist: Su piel en invierno y en verano

-En invierno, ten precaución con los baños muy calientes. El tiempo de duración no debe superar los 15 minutos y es preferible que el agua tenga una temperatura de 30 a 32 grados centígrados.

-Evita el uso de jabones y esponjas, sin querer puedes retirar la capa de grasa que existe en la superficie de la piel. En este caso, los jabones de glicerina son los más indicados. Y recuerda siempre utilizar cremas y lociones hidratantes, son maravillosas después del baño para dar a tu hijo (a) ese masaje que tanto les encanta.

–En cuanto al ítem pañales: algunos bebés los toleran, pero hay otros que son alérgicos y sufren irritaciones tan solo con el contacto. En este caso los pañales desechables de fibras orgánicas son todo un plus. Además, se puede considerar la extraordinaria importancia del aseo prolijo del área del pañal con agua corriendo para optimizar el arrastre de residuos y orina (bacterias y químicos irritantes). Recuerda que un buen pañal no resuelve la irritación por falta de aseo a pesar del uso de cremas protectoras así como las toallitas para higiene no reemplazan el lavado del área del pañal.

-Ojo con las prendas hechas con fibras sintéticas y lanas, siempre es recomendable el algodón para prevenir esa indeseable dermatitis atópica. De paso, no abrigues en exceso a tu bebé, a veces puede presentar pequeños granitos en su cuello, tronco o piernas.

-Se puede incorporar la importancia del uso de detergentes hipoalergénicos poniendo en relevancia el más optimo enjuague. Los suavizantes también pueden
irritar la piel pues contienen siliconas.

-Ya en el verano el filtro solar factor 50 es trascendental, así como la utilización de sombreros o sombrillas en su sillita de paseo. Ten en cuenta probar el filtro en un área pequeña de piel para ver cómo responde.

-Respecto a los mosquitos, existen repelentes y pulseras especialmente pensadas para bebés y niños pequeños, éstos productos también deben ser probados en un área pequeña para ver su reacción.

Nuestros productos preferidos

Aceite Corporal Bebé Caléndula, Weleda

Indicado para el cuidado diario y el masaje del bebé, es perfecto para usarlo después del baño, ya que previene el desecamiento cutáneo y mantiene la piel suave. En el momento del masaje, este aceite envuelve a tu hijo en una suave capa que ayuda a mantener la temperatura corporal favoreciendo las funciones naturales de la epidermis.

ISDIN Pomada reparadora Nutraisdin ZN 40

Aísla la zona del pañal generando una barrera infranqueable con activos que ayudan a evitar el crecimiento de microorganismos y neutralizan las enzimas responsables de la irritación de la epidermis. Además, gracias a su fórmula anhídrica, regenera e hidrata, mejorando las rojeces en el glúteo y la zona perianal, creando una capa protectora de larga duración que no se disuelve con la orina.

Anthelios Dermo-PeDíatrics Spray SPF 50+

Ideal para la protección del rostro y el cuerpo de niños con piel sensible, este bloqueador de textura no grasa, ofrece una protección reforzada frente a los rayos UVA, todo gracias al sistema filtrante patentado Mexoplex® combinado con agua termal de La Roche-Posay, caracterizada por sus propiedades suavizantes y antioxidantes.

Esta nota fue realizada en colaboración con Gastón Cariz Cuello, Médico Pediatra – Clínica Vespucio.

¿Qué es el apego?

Según la neonatóloga, Ximena Solivelles, «el apego es la necesidad intrínseca de los seres humanos de generar lazos afectivos prolongados y consistentes entre el bebé y su madre (o el padre o persona que lo cuide y acoja). Estos lazos se crean muy tempranamente en la vida de todos los mamíferos alentados por el instinto de protección materno y paterno. Su función principal es obtener cuidado, protección y estimulación del desarrollo por parte de un individuo con más sabiduría y posibilidades de supervivencia». Por lo tanto, es importante generar un ambiente en el que ellos se sientan seguros para el desarrollo de un apego sano, que definirá el comportamiento y la personalidad del niño en el futuro.

¿Cómo generar un apego sano?

Muchos expertos coinciden que la lactancia es una de las primeras instancias en las que se genera apego, pero el psicólogo, Felipe Lecannelier, dice que no es la única, y que un apego sano toma más tiempo, abarcando también la fase de la infancia. «El desarrollo del apego es una actividad diaria y continua referida a calmar el stress de los niños».

De hecho, la primera oportunidad de apego ocurre cuando el bebé recién nacido es puesto sobre el pecho de su madre y se le puede acariciar, de allí la importancia de estimular el desarrollo de la sensibilidad de la madre y del padre para captar las señales del bebé.

El profesional asegura que la famosa teoría de que a los bebés y niños no se los debe tomar siempre en brazos o si no “se malacostumbrarán y mal criarán”, es falsa: por el contrario, los niños que desde muy temprana edad reciben cariño y contacto físico son más calmados y menos propensos al descontrol. «El contacto físico da seguridad al niño, y lo protege de futuros problemas afectivos y conductuales». Si un niño recibe cariño de manera consistente de parte de sus padres, su confianza crecerá y le será más fácil calmarse en momentos de frustración, porque entenderá que no está solo.

El amor es la síntesis

En resumen, la clave para un apego sano es la compañía y la comunicación no solo en las instancias de juego y diversión, sino también en los malos momentos. Nuestros niños deben crecer con la confianza de que siempre nos tendrán como apoyo.

Beneficios del apego

-Niños con más autoestima y confianza en sí mismos
-Mayor autonomía
-Relaciones interpersonales más exitosas
-Mejor capacidad de
superar la frustración
-Mayor capacidad para resolver problemas

*Ximena Solivelles, neonatóloga Clínica Alemana
*Felipe Lecannelier Acevedo, Director del Centro de Estudios Evolutivos e Intervención en el Niño (CEEIN), Universidad del Desarrollo

Esta nota fue realizada en colaboración con Gastón Cariz Cuello, Médico Pediatra – Clínica Vespucio.