¿Puede el estrés provocar caída de cabello?

¿Después de la ducha ves mucho pelo en el piso? ¿Al cepillarte se quedan más cabellos en el cepillo? 

La verdad es que si sufres de pérdida de cabello, hay una alta probabilidad de que el estrés que acompaña a la pandemia mundial sea la causa. Lo creamos o no, el estrés es la segunda causa más importante de pérdida de cabello después de la genética.

El proceso se conoce como efluvio telógeno agudo, y puede darse por una enfermedad o por una situación de mucha tensión como está siendo la pandemia. 

El efluvio telógeno agudo es un proceso autorresolutivo y no conduce a la calvicie permanente. Saber esto es algo que tranquiliza mucho a las personas que acuden a consulta por este problema. De forma natural, la caída del pelo se va frenando progresivamente, el folículo entra en la fase de crecimiento de nuevo. El pelo vuelve a crecer poco a poco a partir del tercer o cuarto mes

Lo más habitual es que la caída de pelo relacionada con el estrés sea un problema de naturaleza temporal y reversible. La clave para atajar la alopecia nerviosa es eliminar su foco: el estrés. Cuando los niveles de ansiedad se estabilizan, el cuero cabelludo deja de verse afectado y el pelo recupera su ciclo de crecimiento normal.

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Asimismo, hay que tener en cuenta los efectos colaterales que acompañan a una vida sometida a un exceso de estrés y ansiedad: falta de sueño, mala alimentación, ausencia de ejercicio, potenciales malos hábitos de consumo de alcohol y tabaco, etc. Todos ellos son factores que contribuyen negativamente a la salud capilar y refuerzan la caída.

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