¿Tienes mascotas y te preocupa cómo puede comportarse el COVID-19 en ellos?

Primero, debemos tener claro que los coronavirus son una gran familia de virus que son comunes en los animales y que existen desde hace mucho tiempo. Es más, el gato tiene sus coronavirus de especie específico (FCoV y FIPV) y el perro también (CCoV).

Este patógeno solo los afecta a ellos y entre ellos no hay infecciones cruzadas. Esto quiere decir que el virus no puede pasar del perro al gato o del gato al perro y tampoco de la mascota a la persona.

Ahora, con respecto al COVID-19 en animales, tenemos que tener claro que la información con respecto al comportamiento de este hasta la fecha es limitada. Es por esto que el Médico Veterinaria Paula Cáceres, enfatizó que: “Hasta el momento, el riesgo de que los animales transmitan el COVID-19 a las personas se considera bajo según la OIE y no hay justificación para tomar medidas que puedan comprometer el bienestar de los animales”.

 “Al parecer el virus que causa el COVID-19 puede propagarse de personas a animales en ciertas situaciones, pero no hay evidencia de que el virus pueda propagarse a las personas a través de la piel, el pelaje o el pelo de las mascotas”, explicó Paula.

Sin embargo, esta es una situación que cambia rápidamente y hay que estar atentos e informándonos continuamente. Dado que existe un pequeño riesgo de que las personas con COVID-19 puedan propagar el virus a los animales, la experta en la salud de las mascotas recomendó a los dueños:

• Limitar la interacción de las mascotas con personas fuera del hogar.
• Tratar a las mascotas como a otros familiares humanos: no dejar que interactúen con personas que sean externas a la casa.
• Si alguien de la familia se enfermó, se debe aislar a la persona del resto, incluidas de las mascotas.
• Mantener a los gatos en espacios interiores cuando sea posible y no dejarlos deambular libremente en el exterior.
• Pasear a los perros con correa al menos a 2 metros de distancia de otras personas.
• Evitar los lugares públicos donde se produzcan aglomeraciones.
• No poner cubiertas para la cara a las mascotas. Cubrir su cara puede provocar un daño.
• No realizar su limpieza ni baño con desinfectantes químicos, alcohol, agua oxigenada ni ningún otro producto que no esté aprobado para usar en animales.
• Y lo más importante es siempre consultar con el médico veterinario si la mascota se enfermó o si se tiene alguna inquietud acerca de su salud.

Hasta que no sepamos más acerca de cómo afecta el virus a los animales, debemos tratar a nuestras mascotas igual que a familiares humanos, para protegerlas de una posible infección.

¡Prevenir es lo más importante!

Por: Daniela Valdebenito