Salcobrand diciembre , 2017
Nunca es tarde para aprender a comer bien. Sobre todo si estás ad portas de los 30, -una etapa donde nos cuesta mucho más bajar de peso- siempre es mejor optar por crear buenos hábitos. ¡Sigue nuestros consejos para mejorar el bienestar de todo tu cuerpo!
El estrés del ritmo de vida que estamos llevando en la actualidad, es sin duda uno de los principales factores por los cuales estamos empezando a engordar después de los 30. Si bien el cansancio y el sedentarismo hacen de las suyas, existe otro factor que puede provocar que te cueste más trabajo bajar de peso: tu sistema hormonal.
Diversos estudios, aseguran que a los 25 años has alcanzado tu mayor crecimiento y desarrollo del cuerpo. A partir de esa edad, el cuerpo comienza a presentar una serie de cambios hormonales desencadenados por el envejecimiento y que lleva a acumular grasa con gran facilidad. Por ello a los 30 es importante replantearnos, chequearnos y tomar resoluciones, entendiendo que con una dieta balanceada, ejercicio adecuado y buenos hábitos puedes llegar a sentirte de 30 aunque tengas 40 años. ¿Te animas a seguir nuestros consejos? Toma nota:
Si hablamos de alimentación, prohibir porque sí, es el peor error que puedes cometer en tu vida. Lo ideal es el balance de todos los grupos alimenticios en la justa medida. No queremos que falten nutrientes esenciales en tu cuerpo, menos vitaminas y minerales. Ello podría causar un grave desorden metabólico. Eso sí te invitamos a consumir alimentos frescos, sobre todo frutas y verduras, legumbres y proteínas magras. Los frutos secos son espectaculares así como los carbohidratos integrales.
Lo más importante cuando comes es ser consciente de por qué lo haces y cómo lo haces. Lee siempre las etiquetas e interpreta lo que te hace bien y lo que no. La mayoría de los productos industrializados poseen muchas grasas saturadas o azúcares camuflados bajo diversas siglas. Una vez que tengas un orden, podrás comer sin desesperación ni ansiedad. La gran mayoría de la gente come sin un hambre real, es el denominado picoteo emocional. Cuando esto ocurra detente y ponte en movimiento, el deporte puede transformarse en tu vida de evacuación preferida.
El azúcar refinada puede llegar a ser extremadamente dañina, al igual que el exceso de grasas saturadas y sodio que dificultan los procesos digestivos. Recuerda que el consumo de sal no debe sobrepasar los 3 gramos al día. Apuesta por la sal marina e intenta utilizarla solamente cuando sea estrictamente necesario. En cuanto al alcohol, prefiere una copa de vino tinto que al menos posee polifenoles y antioxidantes, y olvida los destilados.
Cuando cocinas tus alimentos. ¿Cómo lo haces? Olvídate de las frituras, puedes mantener intactos los nutrientes de tus alimentos si utilizas una vaporera, o bien el horno o la plancha. Notarás la diferencia en la textura y el sabor de tus preparaciones.
Por algo existe una inteligencia detrás de nuestra digestión.
-No mezcles proteínas con cereales ni carbohidratos
-Mezcla proteínas, cereales y carbohidratos pero con verduras
-La fruta ralentiza la digestión. Cómela sola.
-Evita los carbohidratos en la cena.
-Bebe agua media hora antes de comer y dos horas después.
Frutas ácidas: 30 minutos.
Frutas dulces: 1 hora y media.
Verduras y Hortalizas crudas: en torno a 2 h 30 min.
Hidratos de Carbono: de 2 a 3 horas.
Proteínas y Grasas: de 3 a 4 horas.
Camina al menos 30 minutos diarios. Si te mueves en bicicleta mucho mejor. Y cuidado con los excesos, si ejercitas demasiado y sin control puedes lesionarte y producir un aumento de los radicales libres que reducen el colágeno en nuestra piel generando un envejecimiento prematuro.