Azúcar: Un placer renunciable

Azúcar: Un placer renunciable

Salcobrand , 2021

Si quieres mejorar tu bienestar, aprende a alimentarte de forma saludable. Para lograrlo, comienza por disminuir o eliminar este ingrediente de tu dieta diaria.

¿Te has preguntado cuál es la dosis recomendada de azúcar añadida o qué efectos produce en tu organismo su ingesta excesiva?  Acorde a la American Heart Association, el límite para este endulzante es estricto: 100 calorías diarias para las mujeres, lo que se traduce en 6 cucharaditas o 24 gramos; y 150 calorías (9 cucharaditas o 36 gramos) en el caso de los hombres. Para conocer más de este tema y las diferencias entre este ingrediente y la glucosa, Salcobrand entrevistó a María José Vidal, Nutricionista Integral*.

 

¿Qué rol cumple la glucosa en el buen funcionamiento de nuestro organismo?

El cerebro es un órgano completamente dependiente de la glucosa, es ahí donde principalmente se utiliza y también y en menor medida es procesada por nuestro hígado y músculos, que generan un breve consumo de ésta al iniciar el ejercicio, por ejemplo, en el caso del trote rápido y corto.

 

¿Es necesario agregar azúcar a los alimentos para conservar los niveles de glucosa que el cuerpo requiere?

No, no es necesario, la glucosa puede provenir de otras fuentes alimenticias como frutas, verduras y legumbres. De hecho, no se aconseja la ingesta de alimentos procesados con alto contenido de azúcar como barras de cereal, galletas o chocolates.

 

¿Qué efectos produce esta sustancia si se consume en exceso?

A nivel cerebral, la glucosa sirve para producir energía. Sin embargo, al usar azúcar añadida en exceso, nuestro páncreas debe generar grandes cantidades de insulina para poder procesarla, lo que puede provocar hiperinsulinemia, resistencia a la insulina o, en el peor de los casos, diabetes.

 

¿Cómo saber si una persona es adicta al azúcar y cómo disminuir su ingesta?

Varios estudios recientes desmienten el término de adicción, pero sí confirman que genera una reacción a nivel cerebral, donde se estimulan las respuestas de bienestar. Esto es lo que realmente provoca una sensación adictiva, pues nos gusta y sabemos que gracias a este ingrediente podemos obtener ese estado rápidamente.

La manera más sensata de reducir su ingesta es preferir alimentos en su versión natural, es decir, sin azúcar o endulzantes, ya que éstos últimos incrementan el umbral de dulzor y la necesidad de consumir dulces.

Por lo mismo y si la persona incluye azúcar en su dieta diaria, lo mejor es bajar esa dosis a la mitad y luego eliminarla por completo, para ello hay que reeducar el paladar y apreciar nuevamente los sabores tal y como son.

 

Sugerencias para no caer en antojos dulces…

Lo primero es identificar el tipo de antojo, si se produce a una hora específica o qué lo desencadena. También es importante saber cómo prevenirlo, planificar los tiempos de comida y evitar situaciones que provoquen ansiedad. Si es ineludible, optar por alimentos dulces de origen natural como fruta o chocolate amargo de al menos 70% de cacao y promover una alimentación más saludable, que aporte otros beneficios adicionales como ser fuente de vitaminas o antioxidantes.

¡Baja tu nivel de azúcar!
Sigue los consejos de la Clínica Mayo y reduce la ingesta de este endulzante de forma consciente y efectiva:

  • Bebe abundante agua y bebidas sin calorías, elimina de tu día a día las gaseosas azucaradas y los refrescos deportivos.
  • Evita los cereales glaseados o azucarados y prefiere para el postre fruta fresca en vez de pasteles, helados o tortas.
  • Si vas a comprar frutas enlatadas, escoge siempre las que vienen en agua o jugo.
  • Presta atención a los condimentos como el kétchup y la salsa barbacoa, e inclínate por alternativas bajas en azúcar como la mostaza.
  • Fíjate en las etiquetas de información nutricional.  Ten en cuenta que un alimento es bajo en azúcares totales sólo si contiene menos de 0.5 grs. por cada 100 grs. de producto.