Salcobrand abril , 2018
Hablar de sexualidad ya no es suficiente. Hoy el tema es prevenir, sobre todo en Chile, el país latinoamericano donde más ha aumentado el contagio de VIH, debido a temas tan sensibles como falta de educación y desinformación sobre el valor del diagnóstico.
La sexualidad ha sido desde siempre una construcción cultural. Christian Thomas Torres, ginecólogo obstetra, sexólogo y director del Centro de Estudios de la Sexualidad en Chile (CESCH), asegura que “no existe una sexualidad natural en el ser humano, en términos de que en algún momento de nuestra historia hayamos vivido un tipo de sexualidad libre. Siempre va a estar escrita desde ciertas creencias, paradigmas religiosos o culturales”, recalca. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define una sexualidad saludable como “la posibilidad del ser humano de tener relaciones sexuales gratificantes y enriquecedoras sin coerción, temor de infección ni de un embarazo no deseado”.
Pero qué pasa en nuestro país, ¿cómo viven la sexualidad los chilenos? Para Thomas, “la juventud se está abriendo cada vez más a nuevas sensaciones, a indagar en nuevas vivencias y a desenvolverse más libremente. Se están abriendo a una sexualidad menos mentirosa” define. Los hallazgos de la primera Encuesta de Sexualidad a nivel nacional de GfK Adimark dejan entrever ciertos parámetros de comportamiento de los chilenos.
La importancia del autocuidado
Más allá de vivir una sexualidad libre y sin complejos, hoy el foco está en la prevención y el condón continúa siendo la mejor barrera contra el SIDA y las ITS. De hecho, Chile es el país latinoamericano que experimentó el mayor número de nuevos casos de VIH entre 2010 y 2016. Según cifras del Minsal, los casos se elevaron un 66% en este periodo y ya a fines de 2017 hay 5.200 nuevos casos.
Frente a este aumento, la educación es fundamental. Más aún el uso de preservativo y el cambio de mentalidad del chileno.
Hoy en día 6 de cada 10 jóvenes con una vida sexual activa utilizan el preservativo, aunque no de forma permanente. “Lo más interesante es que son las jóvenes y las mujeres, las que han impulsado su uso; lo que ha hecho que haya ido perdiendo su connotación machista”, sostiene el Dr. Ramiro Molina, ex director de CEMERA, y agrega: “El uso del condón tiene que estar dentro de la higiene sexual, convertirse en un elemento indispensable de higiene como cualquier otro. Ha de pasar a formar parte de un elemento cultural”.
Hecho que queda de manifiesto en el estudio de GfK Adimark, el cual sostiene que al menos el 54% de los chilenos utiliza algún tipo de método anticonceptivo, siendo el condón con un 26% el preferido de los millennials, mientras que las pastillas anticonceptivas orales ocupan un segundo lugar en este estudio con un 16% de las preferencias.