Extraído de las palmeras de cocos nucifera, esta fruta es una excelente fuente de energía y antioxidantes; contiene fibra dietética, ácido láurico, magnesio, fósforo y vitamina E. Posee una combinación única de ácidos grasos, triglicéridos de cadena media (TCM) que se metabolizan de forma diferente respecto de los de cadena larga, y son altamente beneficiosos para el organismo.

En un estudio desarrollado por la BBC, se demostró que el coco generaba un gran incremento en los niveles de colesterol buenos (HDL) y que no aumentaba el colesterol malo. Un superalimento perfecto para incluir tanto en tu cocina como en tu rutina beauty.

¿Cómo aplicarlo?

Nutre tu cabello: Derrite una cucharada con el calor de tus manos y masajea desde la raíz hasta las puntas. Déjalo actuar durante la noche y lávalo en la mañana. Una vez listo, aplica una cucharadita como sérum en las puntas, para evitar el frizz y potenciar tu brillo.

Para tu dermis: Derrite una cucharadita de aceite de coco entre tus manos y masajea tu rostro y labios diariamente como mascarilla nocturna para prevenir la resequedad, devolver la elasticidad a tu piel y beneficiarte de sus propiedades. No tiene efectos secundarios.

Cocina saludable: una cucharadita bastará para sustituir la mantequilla y aliñar tus preparaciones. Ten en cuenta que comienza a derretirse entre los 25°C a 30ºC.