Nuestro bebé es el centro de nuestra vida y su salud es nuestra mayor preocupación, por eso, es importante recordar, que la tos y el estornudo son reflejos que defienden sus vías aéreas, y durante el transcurso de un resfrío, se intensifican para movilizar el exceso de secreciones.

Los bebés y los niños producen un alto nivel de estas sustancias, por lo que la congestión por sí sola, no representa una enfermedad

Entonces, ¿qué es un resfrío? Es una rinofaringitis aguda, una infección viral común que compromete la nariz y la garganta.

¿Cuáles son sus signos y síntomas? 

-Malestar general

-Fiebre

-Dolor de garganta

-Escurrimiento y congestión nasal, a pesar de un buen aseo regular

-Tos recurrente

¿Qué debemos hacer?

Por lo general no es necesario consultar al médico cuando su hijo tiene molestias mínimas, pero es recomendable cuando:

-Un menor de 3 meses presenta fiebre

-Si presenta tos recurrente

-Cuando la fiebre se mantiene alta por más de 2 días

-Si observa que el niño está decaído o está comprometido en su estado general

-Cuando hay una marcada falta de apetito o rechazo de alimentación

-Si tiene una respiración agitada o presenta signos de dificultad respiratoria

Recuerda que sólo el médico puede medicar a tu bebé. Pero puedes aliviar su congestión en casa realizando un óptimo aseo nasal que le permita una cómoda respiración, especialmente antes de alimentarlo, favorezca que estornude para que movilice secreciones, siempre tome su temperatura y mantenga a su bebé con ropa liviana. Alimente de manera fraccionada, sin forzar y no olvides darle mucho cariño y atención.

No hay ninguna vacuna para el resfriado común, pero siempre es bueno tener las siguientes consideraciones:

Esta nota fue realizada en colaboración con Gastón Cariz Cuello, Médico Pediatra – Clínica Vespucio.