¿QUÉ RELACIÓN EXISTE ENTRE EL ESTRÉS Y LA CAÍDA DEL CABELLO?
De hecho, en el cuero cabelludo las células sometidas a un estrés puntual o profundo liberan neurotransmisores (las sustancias P) que desencadenan una cascada inflamatoria aguda. Esta última tiene el efecto de inhibir y desajustar el ciclo capilar normal del cabello pasando entonces a la fase telógena (última fase de la vida del cabello), de manera prematura, lo que provoca una caída repentina y brutal entre 3 y 4 meses después de la exposición a un factor desencadenante. Se trata del efluvio telógeno agudo, más comúnmente conocido como caída del cabello ocasional o reaccional que dura menos de 6 meses.
¿EXISTE UN TRATAMIENTO “MILAGROSO”?
La caída del pelo ocasional o reaccional requiere una solución a nivel fisiológico, para que el folículo piloso pueda crecer sano se involucran distintas etapas de proliferación celular intensa que requieren oxígeno y una gran cantidad de nutrientes que llegan a los folículos a través de los capilares sanguíneos del cuero cabelludo. Recurrir a un tratamiento dermocosmético complementario específico puede ser una de las herramientas en esta situación. Se debe tener en cuenta que se necesitan unos 6 meses para obtener los primeros resultados de regeneración capilar tras sufrir una alopecia por estrés y el cabello puede tardar entre 12 y 18 meses en volver a su estado inicial.
Por Daniela Valdebenito