Las piscinas, la playa y el calor dejan los pies al descubierto. Sobre todo en verano nos vemos expuestos a sufrir de hongos, una enfermedad que provoca no solo mal olor sino también enrojecimiento y picazón. ¿Quieres saber cómo protegerte?

Es importante tener presente que los hongos son más frecuentes de lo que creemos. Todas las personas tenemos hongos en la piel, pero normalmente se encuentran encapsulados, es decir, no provocan patología siempre que las condiciones medioambientales sean las adecuadas.

Los hongos se dan con mayor frecuencia entre los dedos de los pies, generalmente entre el cuarto y quinto dedo. Se contagian desde otras personas con hongos o al pisar superficies donde existen escamas de piel contagiadas. El riesgo de contraer esta infección aumenta si se usan zapatos cerrados, especialmente si están recubiertos con plástico o si se transpira mucho. Esta infección también puede darse en las uñas, originando cambios diversos como uñas frágiles, blanquecinas o amarillentas, levantadas y rotas.

¿Cómo reconocerlos?

Los síntomas son fáciles de reconocer: enrojecimiento, picazón, sensación de quemazón, grietas o descamación entre los dedos de los pies, pequeñas ampollas y mal olor. También pueden aparecer pequeñas ronchas en la planta, dorso o entre los dedos, que provocarán picazón.

¿Cómo evitarlos?

Lo más importante para poner fin a este tipo de situaciones es la utilización de zapatos de cuero y calcetines de tela natural, ya que evitan la concentración de calor y de humedad.

Es fundamental mantener una buena higiene; por lo que te recomendamos que en la ducha, utilices jabones con un ph ligeramente ácido. Luego, en el secado, intenta utilizar una toalla personal exclusivamente para los pies y para evitar cualquier resto de humedad puedes usar un secador de pelo.

Ante una tendencia a la sudoración, debes controlarla a base de cremas antimicóticas, o usar cremas o polvos que contengan ácido bórico.

Tratamiento

Se recomienda usar cremas o polvos antimicóticos si los hongos afectan la piel, o bien medicamentos orales si la infección es muy extensa o abarca las uñas. Todo dependerá del diagnóstico de un especialista.

Si se trata de una infección dérmica, normalmente entre 15 y 21 días los niveles de hongos volverán a unos parámetros normales. Aunque hayan desaparecido, continúa el tratamiento al menos durante 15 días más.

Recomendaciones

– Utiliza calcetines como los de cobre que tienen mayor ventilación y menor transpiración.
– Si sudas mucho, puedes usar plantillas especiales para mantener más secos los pies.
– Los antimicóticos en crema tienen un excelente rango de acción antiinflamatoria.
– Algunos láseres pueden utilizarse para una mejoría de las uñas afectadas por los hongos.

Este artículo fue hecho en colaboración con Marie Montenegro Duarte
Podóloga Integral de Podología Clínica y Masoterapia.