• PROTEGE TUS MANOS

La temperatura ambiente es uno de los factores que más afecta su estado. Acostúmbrate a protegerlos del frío y el calor utilizando cremas hidratantes.

¡Nunca se repetirá lo suficiente, el sol es el enemigo de una piel joven y sana! Prueba de ello: se estima que los rayos UV son responsables del 80% de los signos del envejecimiento de la piel. Como ocurre con la cara y el cuello, se recomienda proteger las manos diariamente con un protector solar de alto índice de protección.

• HIDRATAR

Una piel seca y deshidratada es una piel sin brillo y elasticidad. Se aconseja hidratar regularmente tus manos y utilizar fórmulas emolientes ricas en agentes suavizantes.

• UN MASAJE ANTES DE DORMIR

Mientras dormimos, el cuerpo adopta un estado de relajación donde las células se regeneran y asimilan ciertos nutrientes. Masajéalas haciendo movimientos suaves y circulares.

• UTILIZA EL JABÓN CORRECTO

Es una actividad que haces todos los días, por lo que es esencial utilizar el jabón ideal que se adapta a tu piel. Trata de utilizar un jabón que tenga una composición dominada por ingredientes naturales.
Por último, aunque el mantenimiento de la higiene es vital, aún más en tiempos de pandemia, pero el exceso de agua también puede debilitar la piel y hacerla menos suave por lo que un jabón adecuado es fundamental para mantener la piel saludable de nuestras manos.

• PREVENIR

Sobre todo, no esperes a que los primeros signos de envejecimiento se hagan visibles antes de adoptar hábitos saludables. Nunca es demasiado pronto para cuidar de tu piel… ¡Incluyendo las manos!