A pesar de que aún no existe una cura definitiva para esta enfermedad, si existen hábitos para evitar sufrir la pérdida de memoria total. 

No fumar 

De esta manera estarás cuidando tu corazón ya que los daños producidos por el humo del cigarro en el cuerpo son bastantes. Entre ellos, las enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, la diabetes, la obesidad y el colesterol. La idea es poder modificar todos los factores de riesgo a lo largo de los años.

Además, el estilo de vida tiene una relación directa, los expertos señalan que hay que tener mucho cuidado con el tabaco, ya que el riesgo de demencia es un 45% más alto entre las personas fumadoras.

¡Elige vivir sano!

Si bien no hay muchos estudios sobre la relación directa de los alimentos con el Alzheimer, se han atribuido propiedades protectoras contra la demencia a los alimentos como las manzanas, las frutillas, las zanahorias, los cítricos, el brócoli, las uvas, los tomates, el pescado y las legumbres.

Leer te hace bien

Al leer, la mente se mantiene estimulada y por lo tanto existen menos posibilidades de presentar demencia y Alzheimer, y la tuya, aparecería más tarde, una buena actividad mental está relacionada con una menor disminución del hipocampo, una parte del cerebro fundamental para la memoria

Además, se recomienda aprender algún idioma o tocar un instrumento, leer habitualmente. Si no, también puedes hacer sudokus y crucigramas. Lo óptimo es mantener el cuerpo y la mente sana. 

Debes hacer ejercicio

Lo ideal, sería que realices ejercicio todos los días, si no puedes, intenta por lo menos caminar media hora al día. Ya que, mantenerse activo físicamente reduce la frecuencia de demencias en general y de Alzheimer en particular.

Mantener tu cuerpo activo, realizar algún deporte, ayudar a mantener el cerebro ocupado en enviar funciones a cada extremidad.

Sociabiliza

Los expertos recomiendan mantener constantes relaciones sociales, desde hablar con tus vecinos hasta conversar una larga tarde con tu familia y amigos. El sociabilizar implica muchas cosas, como desplazar un lugar, conversar con otras personas, escuchar lo que dicen, dar argumentos, entre otros. Con todo esto, logras mantener tu mente activa y alerta.