Probióticos: En buena compañía
John O’ Donohue, el reconocido filósofo y escritor irlandés, ¡tenía razón! Para estar en armonía, las personas deben ser capaces de conservar en perfecto balance lo interior y exterior, lo visible e invisible y lo conocido y recóndito. Una tarea que puede facilitarse gracias a la ayuda de los probióticos que, presentes de manera natural en varios alimentos, administrados como suplementos o, incluso, a través de la cosmética, pueden hacer que niños, mujeres y hombres se sientan en óptimas condiciones tanto por dentro como por fuera.
Definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “microorganismos vivos que, si se administran en cantidad suficiente, tienen efectos beneficiosos para la salud”, estas bacterias “buenas” permiten mantener en equilibrio la flora bacteriana, fortalecer el sistema inmunológico y estimular la producción de nutrientes esenciales, entre otras propiedades. Para lograrlo sólo deben existir y poseer identidad tanto en género como en especie.
GRAND VIEW RESEARCH -EMPRESA ESTADOUNIDENSE DE CONSULTORÍA- PROYECTA QUE PARA 2025 EL MERCADO GLOBAL DE PROBIÓTICOS ALCANZARÁ LOS 77,09 BILLONES DE DÓLARES, COMO CONSECUENCIA DEL CRECIENTE INTERÉS POR LA SALUD PREVENTIVA.
Es que, para estar bien y con energía, uno de los requisitos básicos es contar con un intestino saludable, que permita protegerse de los agentes patógenos, controlar los procesos inflamatorios y la oxidación celular.
Principales beneficios
- Refuerzan las defensas y cada cepa tiene un objetivo específico.
- Regulan alergias e intolerancias alimentarias.
- Colaboran en la formación de enzimas, vitaminas y ácidos grasos.
- Controlan la propagación de microorganismos nocivos por el cuerpo.
- Contribuyen a la digestión.
- Promueven la absorción de calcio, hierro y magnesio.
- Previenen enfermedades como colitis, síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn e inflamación intestinal.
- Disminuyen los riesgos de sufrir cáncer, hemorroides e infecciones urinarias.
- Algunos estudios preliminares aseguran que, incluso, sirven contra la diabetes y la depresión.
100% comestibles
Si quieres consumirlos en alimentos, prefiere los productos lácteos fermentados como el yogurt, el kéfir, la leche o los quesos, o incluye en tu dieta diaria alternativas vegetales como la bebida kombucha, el chucrut o el miso.
Su aporte a la belleza |
Los probióticos no sólo equilibran la flora intestinal, también contribuyen a mejorar el aspecto de la piel, ya que ejercen una acción antiinflamatoria y antioxidante, reforzando la barrera cutánea, previniendo enfermedades como el acné, la psoriasis o la dermatitis atópica y, además, retardan el envejecimiento, por algo son ingrediente frecuente de sueros y cremas dermocosméticas. |
Aprende a diferenciar |
La principal distinción entre probióticos y prebióticos es que los primeros son microorganismos vivos que se introducen al intestino al consumir diversos suplementos o comidas. En cambio, los segundos están formados por fibras vegetales no digeribles que estimulan el crecimiento de bacterias beneficiosas al interior de este órgano del cuerpo. |