Todo lo que debes saber sobre las várices
Las várices son venas inflamadas que se pueden observar bajo la superficie de la piel y que en muchas ocasiones, traen síntomas como dolor y pesadez en las piernas, en tobillos y pantorrillas. Se ocasionan debido al deterioro en las válvulas que se encuentran al interior de las venas de las piernas, lo que produce dificultad en el retorno de sangre venosa hacia el corazón. Se sabe que hay componentes genéticos y de género que influyen en la aparición de várices, pero aun así, hay mucho por hacer para prevenirlas.
Un factor genético
Si una persona tienen una tendencia de orden genético a que su tejido conectivo sea laxo, se estire o se afloje, debe tener más cuidado de no sumar factores de riesgo de várices. Estas personas tienen mayor propensión a tener pie plano, hemorroides, prolapsos, hernias y várices. Si bien en este caso hombres y mujeres tienen casi iguales posibilidades de sufrir alteraciones venosas – venas varicosas, derrames, arañitas – por causa de la herencia, el componente hormonal hace que las mujeres padezcan estas patologías con mayor frecuencia, sobre todo las llamadas telangectasias o arañitas vasculares.
¿Cómo cuidarnos? Vamos paso a paso:
Los pies están sometidos a una actividad diaria tremenda que los predispone a sufrir traumatismos e infecciones. Examina tus pies y calzado antes y después de practicar deportes o caminar largos trayectos. Cortar las uñas en forma recta permitiendo que las esquinas de las uñas queden libres.
Si tienes várices, no es aconsejable realizar deportes bruscos, es decir, aquellos que impliquen que los pies golpeen con fuerza en el suelo, como por ejemplo, steps, basquetball, fútbol o tenis. ¿La razón? Los golpes dificultan el retorno venoso, ayudando a que la sangre quede estancada en las piernas y aumentando la sensación de pesadez. ¡Y no queremos eso! Por ello practica deportes que favorezcan el retorno venoso como natación, spinning, mountain bike, caminata y yoga, disciplinas que ayudan a estimular la circulación y movilizar la sangre acumulada en los muslos, las pantorrillas y la planta del pie.
Si sufres de várices, para fortalecer la musculatura de las piernas y favorecer el retorno venoso, es aconsejable practicar diariamente tres sencillos ejercicios que puedes realizar en casa y no requieren ningún tipo de aparato.
- Andar de puntillas: De pie y sin moverse del sitio, repite el ejercicio varias veces.
- Separación de piernas: Acostado sobre el suelo -o una alfombra- levanta las piernas estiradas, sepáralas y vuelve a juntarlas. Repite entre 10 y 15 veces.
- Movimiento de pedaleo: Acostado sobre el suelo o una alfombra, pedalea como en una bicicleta enérgicamente. Repite entre 15 y 20 veces.
Ojo, si eres deportista te recomendamos utilizar este tipo de medias que comprimen la zona sobre la cual se sitúan, produciendo una mejora del retorno venoso. Entre sus múltiples beneficios: mejoran la distribución del flujo sanguineo favoreciendo la oxigenación de los tejidos y su recuperación, reducen el dolor muscular, evitan la pérdida de calor en la zona, ampollas y rozaduras disminuyendo el riesgo de hematomas en la zona. Una excelente inversión para tu salud, ¿no crees?
Dentro de sus múltiples y probados beneficios, el té favorece, mejora y activa la circulación sanguínea previniendo la aparición de várices. Entre los más beneficiosos destaca el té verde, el té rojo y la infusión de cola de caballo. Si deseas evitar las várices y, al mismo tiempo cuidar la salud de tu cuerpo en general, no dudes en incorporar a tu dieta un par de tazas de té diarias y adquiere este hábito tan saludable.
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